Si tienes los siguientes síntomas, puede que tengas un problema:
- Percibes que necesitas hablar con alguien que te pueda ayudar.
- Te sientes atrapado.
- Te preocupas todo el tiempo y parece que nunca vas a encontrar respuestas.
- Lo que te pasa está afectando a tu sueño, a tus hábitos de alimentación, a tu trabajo, a tusrelaciones, a tu vida diaria.
- Incluso el consejo dado por los amigos o la familia no te ayuda a sentirte mejor.
Reconocer la necesidad de ayuda y buscar terapia profesional es una muestra de tu fuerza y determinación de vivir una vida productiva y significativa.
Toda persona está sujeta a los avatares de la vida, experimentando dolor y sufrimiento. Éstos son muchas veces muy intensos y duraderos, y pueden, en ocasiones, dificultar el desenvolvimiento natural de nuestra vida e impedirnos encontrar en nosotros mismos las respuestas adecuadas. La terapia suele ser la ayuda más efectiva en esta búsqueda.
Cinofobia: El miedo a los perros
La cinofobia se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a los perros o a la rabia que éstos pudieran transmitir.
Este hecho ha sido alimentado por la consecuencia directa de que se trate de animales de presa domesticados además de por los crecientes casos publicados por los medios de ataques de caninos.
Esto ha llegado a provocar una alarma social dónde cada vez son más las personas que sin querer están fomentando un miedo irracional hacia un animal que ha sido nuestro mejor compañero a lo largo de nuestra evolución
Por el contrario son muchos los estudios que revelan, en contra de lo que se puede pensar, que el miedo a los perros en niños y adultos no se refiere a ataques reales por parte de los perros.
El caso de los niños.
Los niños pequeños son más susceptibles de adquirir el miedo a los perros simplemente porque hay más cosas que los asustan; cabe señalar que los perros hacen ruido y movimientos bruscos que pueden asustar a muchos niños.
A pesar de esto hay que saber que un método preventivo y eficaz para superar esta fobia, es la exposición temprana e inofensiva a los canes.
Una exposición gradual a los perros puede prevenir la ocurrencia de este miedoirracional al mismo tiempo que se enseña cuando estar alerta de una forma saludable ante el peligro potencial de animales desconocidos.
Mucha gente amante de los perros siente que la fobia a estos animales es "ridícula", pero de hecho como se ha explicado anteriormente es bastante común.
En muchos casos, no ha habido un evento desencadenante, sino que el temor se desarrolla por un número de motivos que van desde que se lo fomente socialmente, hasta la mera ignorancia.
El miedo puede darse hacia todos los perros o sólo hacia cierta raza, color o tamaño.
Muchas veces es la propia familia y entorno de la persona con la fobia quienes la exacerban, ya que cabe señalar que la fobia puede ser una forma de llamar la atención.
Una vez que la fobia de alguien no gana la atención requerida, suele desaparecer.
Ignorar la fobia de nuestro ser querido es muchas veces la mejor manera de lidiar con ella.
Por ello, no es bueno evitar encontrarse con los perros mientras se está con el fóbico, ya que de esa manera nunca aprenderá a lidiar con su miedo.